Viernes

El viernes es el mejor día del subte, sobre todo a la tarde.

Es como si la gente estuviera un poco borracha, ya harta de hacer caso.

Una chica come un muffin tratando de no hacer migas en el piso. Veo que es su permitido porque es flaquísima y la cara de disfrute que tiene me da ganas de arrnacarselo de un manoton y terminarlo yo.

Un hombre de casi dos metro lleva un violín colgado de su brazo y luce como de juguete.

Como se le habrá ocurrido combinar ese cuerpo tan gigante con ese instrumento tan pequeño, me pregunto.

Otro hombre lleva margaritas en una bolsa y yo me pregunto si serán para su amor.

Un uruguayo toma mate mientras mira esta película porteña y de a ratos sonríe.

Sube un flaco alto de rulos que, aún habiendo mucho espacio, se me para a cinco centímetros y escribe sus cosas mientras yo escribo las mías. Lo miro bien fijo y se da cuenta que invadió mi burbuja. Se corre.

Yo necesito seguir viendo a la chica del muffin.

Su disfrute me da paz y yo también la necesito.

Hoy tuve nostalgia de mi propia vida pasando, sufrí por el fluir del tiempo, por cada segundo que se va para no regresar. 

Todo el día sentí ese pesar, sin saber qué hacer con el, prendí la TV. 

Una película me dio la respuesta: un hombre de mi edad, despedía a su padre recién fallecido.

Sus palabras hablaban de quién había sido y de lo que le había enseñado. Él era hoy un hombre, había sido niño, no tan lejos en el tiempo sería un anciano.

Y entonces entendí que en la energía, la experiencia, los recuerdos, el conocimiento, la risa, el llanto, los abrazos,ahí en donde seguimos existiendo.

Es a través de la respiración de esos otros a quienes amamos y que nos amaron de vuelta.

Esos reflejos de lo infinito somos nosotros mismos, cósmicamente conectados, eternamente eternos.

Betty

Betty

Betty

“Las cosas tienen su tiempo”, me indica Betty, viéndome correr como un loco para todos lados, tratando de resolver lo que no se podía resolver.

Betty trabaja conmigo hace unos 10 años, siempre sonriente, de paso veloz y mirada inquieta. Una mujer buena.

Esta mujer, cada día se levanta al alba, sin importar el clima, las ganas o el cansancio.

Un tren y dos colectivos, se toma Betty.

Dos horas de ida, dos horas de vuelta.

Mas de un tercio de su vida despierta se va en viajes.

Ella sabe que el tiempo que toma, es el tiempo que ha de tomar.

Ni un minuto mas, ni un minuto menos.

A Betty se le murió un hijo.

Un joven de 25 o 26 años.

Tuvo un accidente de tránsito, la ambulancia no llegó a tiempo y se le murió.

“Las cosas tienen su tiempo”, me dice y a mi se me aflojan las rodillas,  porque ella sabe que no hay nada que hacer, mas que esperar y aceptar, que lo que tenga que pasar, pasará.

Un pibe ciego toca una guitarra verde en el subte. Canta una canción de Rodrigo. "Fuiste lo mejor del amor", desafina, la guitarra, tambien. Esta cansado, se mueve con dificultad en el océano de gente que vuelve a su casa después de un día de trabajo, también cansados, cargando sus propias mochilas.
El tipo le mete. Termina su acto. Dos o tres lo aplaudimos. Me animo a darle un bollito de plata que le escondo en la mano. Me susurra un "gracias" que apenas escucho y me da un poco de culpa. Sigue adelante. Lo escucho cantar otra canción sobre un amor imposible en el vagón que sigue. Llegó esquivando en sus penumbras y su pesar, a esa masa de otros, a la vez obstáculos y benefactores, y me pregunto si entre tantas pruebas que la vida le impuso, le habrá tocado enamorarse, vivir algo de lo que canta con tanto sentimiento.
Y será que enamorarse siendo ciego quizás sea la forma más pura de hacerlo? Quien puede ver, nunca lo sabrá.
Pasa el poeta malhumorado, ve que el vagón ya dio lo que tenía para dar y se baja. Ya les contaré de el. Se merece un post aparte.
Yo ya llegue a mi estación, Callao.
No hay tiempo para lágrimas.
Me toca vestirme de ninja.

A veces no quiero saber nada, aprender nada, leer nada.

A veces, solo necesito recuperar energias automatizando acciones.

Dejar pasar algunos sabados y algunos domingos con la esperanza de que esos dias de encierro me permiten aclarar la mente de una manera natural, sin esfuerzo, sin busqueda. Solamente por el hecho de quedarme sin hacer nada, sin desear ser mejor, sin tener ganas de aprovehcar el momento.

Porque en estos momentos, nada me importa. Nada me moviliza ni atrae, tampoco me repele. Simplemente no me genera ninguna emocion.

Intuyo que el universo siendo tan basto e inabarcable se muestra impasible frente al humano esfuerzo de evolucionar. Eso sucede solo, por una inercia que es la fuente del movimiento de las galaxias. La mera repeticion de una accion equivocada e inutil es garantia de tener menos repeticiones pendientes en el futuro y asi, pasar a otra, quizas igual de inutil, pero al menos nueva. Pues que podemos nosotros, pequeños seres, aportar a la grandeza del universo, sino nuestra admiracion y desconcierto, nuestra mirada que aun llena de ilusion es limitada y torpe?

Alpha y Omega

Tiempo, infinita secuencia de instantes que contienen la historia del Mundo.

La Vida, infinitas respiraciones, infinitos ciclos.

Inhalar y exhalar.

Atrapar y soltar.

Expandirse, regresar.

La perfeccion de un otro desnudo, permitiendonos recorrerlo por esa primera unica vez…

Entrar y entregarse sin reparos, sin miedo a la tristeza del saber que no sera posible repetirla nunca mas.

El amante mira atonito, extasiado, maravillado, con alegría y amor y melancolía ese cuerpo que contiene todo su deseo, toda su fantasia, su presente.

Es también pasado y futuro, proyectado en esa piel que por ese instante final e interminable, es solo suya.

Sabe, sabe con certeza que nunca olvidará esa textura y ese aroma.

Lo perfecto.

Ese verano quedaría grabado en él por siempre y cuando ya no estuviera, cuando su recorrido llegase al fin, se uniría a la memoria del Todo.

Sería parte de esos millones de suspiros, gemidos, esas gotas de sudor, lagrimas y sal.

Reflejos de ese instante infinito existiendo por siempre, siendo soñado una y otra vez por Aquel que nos sueña.

Aquel que es Alpha y que es Omega.

No te salgas del camino amor,

no te salgas del camino escarpado

que conduce al paraíso

No te salgas del camino amor,

no te dejes engañar por esas dulces criaturas

que vendrán a capturarte.

Lo negro vestido de blanco.

Dorado y brillante, hermosa su forma,

su esencia, inquietante.

No te salgas del camino, amor